Nos pasamos la vida pensando que para crecer necesitamos nuevos clientes y no somos conscientes del costo que conlleva, cuando fidelizar a los actuales es mucho más barato.
Captar un cliente nuevo es de 5 a 8 veces más caro que fidelizar a los que tenemos. Nos ofrece mayor venta, rentabilidad y nivel de recomendación.

Esto no quiere decir que dejemos de captar clientes nuevos para crecer, es importante dedicar, como mínimo, un 20% de nuestro tiempo a la prospección.

Los beneficios que se obtienen con la fidelización son:
Mayor venta y rentabilidad.
Facilidad para implantar acciones.
Cocreación de valor.
Permite realizar previsiones de venta.
Rotación de stocks.
Desplaza a la competencia.
El cliente transmite información.

Además, también se generan unos beneficios para el cliente a partir de esa relación como son:
Simplifica la gestión de compra.
Mejora los precios y las condiciones de compra.
Reduce los riesgos minimizando los errores y las quejas.
Desaparece el temor al cambio.
Se elimina el costo del cambio y la perdida de beneficios.
Consigue un trato preferencial. Recibe asesoramiento, información y formación.
Mejora la experiencia de compra.

Por lo tanto, si queremos crecer, a partir de ahora tengámoslo muy presente y no dejemos de trabajar nuestra relación con el cliente.