Aunque no nos encontremos de buen humor todos los días, hay días mejores y peores, los clientes no tienen la culpa y lo detectan a simple vista. Todos tenemos problemas y es muy fácil que los perciban sea por nuestro gesto, mirada, postura, por lo que llamamos lenguaje corporal.
La sonrisa fomenta el acercamiento entre las personas dado que la alegría es una emoción que nos hace sentirnos positivamente y que puede ser muy contagiosa. En definitiva, con el sentido del humor conseguiremos un estado de ánimo bueno, tanto para nosotros como para nuestros clientes.
La predisposición a establecer relaciones será mayor. La actitud positiva facilitará nuestra labor como comerciales. ¿ Quien no ha pensado alguna vez: Menuda cara de «amargao» tiene esta persona…
Otra de las ventajas es que genera confianza y estrecha relaciones, debido a la conexión que produce el humor.
Por lo tanto, mostremos nuestra mejor sonrisa cuando entremos en contacto con los clientes, sean conocidos y no.
Hagamos que se sientan bien desde un principio, teniendo en cuenta que la primera impresión es la que vale y que tenemos 3 segundos para causarla. Si para esto tenemos que prepararnos, no lo dudemos, pensemos en los beneficios que conseguiremos.
Hay una receta mágica: Aprender a reírnos de nosotros mismos.